En 1983, el 47% que Mitt Romney hizo famoso (y estoy segura recuerdan),
tenía $15,000 por familia, o el 2.5% de la riqueza de todo el país. Pero en el
2009, el mismo 47% tenía 0% porque sus deudas eran mucho mayores que sus
bienes. Desde 1980, el producto interno bruto se ha duplicado; los sueldos,
ajustados a la inflación, han bajado considerablemente pero la bolsa de valores
ha aumentado su valor más de 10 veces. Hoy la 5ta parte de la población
americana posee el 93% del mismo. Esto básicamente quiere decir que los
americanos pobres no tienen absolutamente nada porque los 400 americanos más
ricos son dueños del 62% de todo.
Es más, las ganancias de cualquiera de esos 400 individuos, podría
comprarle una casa a cada persona que vive en la calle; los que se ven tapados
con pedazos de cartón en los portales cuando llega el invierno. En el 2012
había más de 633,000 desamparados viviendo en las calles de nuestra nación.
Ese mismo año, cada uno de los 10 americanos más ricos podría haber pagado un cuarto (de $558
por mes) para cada uno de esos desamparados. Porque esos 10 juntos,
ganaron más que nuestro presupuesto total para la vivienda.
Si usted cree que estoy exagerando, hay más. De 141 países,
Estados Unidos es el 4to en desigualdad de riquezas en todo el mundo, detrás de
Rusia, Ucrania y el Líbano (que países tan . . . ¿honorables?). Pero
nuestra industria financiera sigue creando fortunas para sus millonarios. Las
riquezas del mundo entero se han duplicado en 10 años de $113 trillones a $226 trillones y se espera que para el 2017,
llegue a los $330 trillones.
Estos números son verídicos y comprobados y no es que sea yo una
economista estrella. Es que anoche vi el excelente documental del Profesor
Robert Reich, “Inequality for All” o “Desigualdad para todos,” (interpretando las palabras del juramento a
la bandera “con libertad y justicia para todos”). En mi opinión todos
deben verlo porque más que una clase de economía política, es el análisis más
completo que se ha hecho de la situación que estamos viviendo.
Los que leen este blog, saben que a menudo cito al Profesor Reich,
por ser uno de los grandes pensadores de nuestros tiempos con una trayectoria
que merece todo el respeto del mundo. Una amiga me dice que admiro a Reich
porque es canceriano como yo y tenemos la misma edad. Es cierto, pero no lo
admiro por eso. He conocido unos cuantos que hasta nacieron el mismo día que yo
y disto mucho de admirar. Quizás siento un poco de envidia (de la buena) por la
trayectoria de Reich. Él comenzó a trabajar como pasante de verano de Robert
Kennedy. Bobby Kennedy fue el primer político americano con quien me
identifiqué en 1964, cuando llevaba apenas un año por aquí y siempre había oído
que los Kennedy eran gente horrible (yo
tenía 18 años y venía de La Habana). Cuando lo escuché hablar por primera
vez me di cuenta de que estaba muy equivocada. Tristemente miré cuando lo
asesinaron en el Ambassador Hotel porque quería celebrar su nominación a la
presidencia y lamentablemente lo vi caer. A pesar de no ser americana en aquel
momento, me di cuenta de Estados Unidos había perdido un gran hombre. Robert
Reich fue muy afortunado de
trabajar con él. Pero trabajó con otro grande, el Dr. Martin Luther
King, a quien me hubiera gustado mucho conocer y a quien admiré, admiro y admiraré.
Reich trabajó en la administración del Presidente Republicano
Gerald Ford y también en la
administración del Presidente Demócrata Jimmy Carter. Fue un gran
Secretario de Trabajo durante la administración Clinton. Ha enseñado en
Harvard, en Brandeis y actualmente es Profesor de Política Pública de UC
Berkeley. Entre muchas otras tiene una cualidad envidiable: Su optimismo y
deseo de mejorar el mundo. Cada uno de sus 13 libros demuestran su amplia
perspectiva y una objetividad que le abre los ojos al lector. Como el
documental, que espero sea el principio de un cambio paradigmático para nuestra
gran nación.
El "film" de Reich es obligatorio para todos los americanos. Dirigido
nítidamente por Jacob Kornbluth (Sundance’s Haiku Tunnel y the Best Thief in
the World), INEQUALITY FOR ALL no
lo ponen en todos los cines. En Miami, lo vimos en “O Cinema” del Distrito
Wynwood y si llega temprano puede verlo en un cómodo sofá, como si estuviera en casa. Pero se los recomiendo de todo corazón. Después de todo, si está
leyendo mi blog, usted, como yo,quiere una economía que
funcione para todos y no para una élite. Vaya a verlo y luego me dice si estoy en lo cierto o no.
No comments:
Post a Comment