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Monday, October 21, 2013

¿Sabía usted que los 400 americanos más ricos poseen el 62% de la riqueza de la nación?



En 1983, el 47% que Mitt Romney hizo famoso (y estoy segura recuerdan), tenía $15,000 por familia, o el 2.5% de la riqueza de todo el país. Pero en el 2009, el mismo 47% tenía 0% porque sus deudas eran mucho mayores que sus bienes. Desde 1980, el producto interno bruto se ha duplicado; los sueldos, ajustados a la inflación, han bajado considerablemente pero la bolsa de valores ha aumentado su valor más de 10 veces. Hoy la 5ta parte de la población americana posee el 93% del mismo. Esto básicamente quiere decir que los americanos pobres no tienen absolutamente nada porque los 400 americanos más ricos son dueños del 62% de todo.
Es más, las ganancias de cualquiera de esos 400 individuos, podría comprarle una casa a cada persona que vive en la calle; los que se ven tapados con pedazos de cartón en los portales cuando llega el invierno. En el 2012 había más de 633,000 desamparados viviendo en las calles de nuestra nación. Ese mismo año, cada uno de los 10 americanos más ricos podría haber pagado un cuarto (de $558 por mes) para cada uno de esos desamparados. Porque esos 10 juntos, ganaron más que nuestro presupuesto total para la vivienda.
Si usted cree que estoy exagerando, hay más. De 141 países, Estados Unidos es el 4to en desigualdad de riquezas en todo el mundo, detrás de Rusia, Ucrania y  el Líbano (que países tan . . . ¿honorables?). Pero nuestra industria financiera sigue creando fortunas para sus millonarios. Las riquezas del mundo entero se han duplicado en 10 años de $113 trillones a $226 trillones y se espera que para el 2017,  llegue a los $330 trillones.
Estos números son verídicos y comprobados y no es que sea yo una economista estrella. Es que anoche vi el excelente documental del Profesor Robert Reich, “Inequality for All” o “Desigualdad para todos,” (interpretando las palabras del juramento a la bandera “con libertad y justicia para todos”). En mi opinión todos deben verlo porque más que una clase de economía política, es el análisis más completo que se ha hecho de la situación que estamos viviendo.
Los que leen este blog, saben que a menudo cito al Profesor Reich, por ser uno de los grandes pensadores de nuestros tiempos con una trayectoria que merece todo el respeto del mundo. Una amiga me dice que admiro a Reich porque es canceriano como yo y tenemos la misma edad. Es cierto, pero no lo admiro por eso. He conocido unos cuantos que hasta nacieron el mismo día que yo y disto mucho de admirar. Quizás siento un poco de envidia (de la buena) por la trayectoria de Reich. Él comenzó a trabajar como pasante de verano de Robert Kennedy. Bobby Kennedy fue el primer político americano con quien me identifiqué en 1964, cuando llevaba apenas un año por aquí y siempre había oído que los Kennedy eran gente horrible (yo tenía 18 años y venía de La Habana). Cuando lo escuché hablar por primera vez me di cuenta de que estaba muy equivocada. Tristemente miré cuando lo asesinaron en el Ambassador Hotel porque quería celebrar su nominación a la presidencia y lamentablemente lo vi caer. A pesar de no ser americana en aquel momento, me di cuenta de Estados Unidos había perdido un gran hombre. Robert Reich fue muy afortunado de  trabajar con él. Pero trabajó con otro grande, el Dr. Martin Luther King, a quien me hubiera gustado mucho conocer y a quien admiré, admiro y admiraré.
Reich trabajó en la administración del Presidente Republicano Gerald Ford y también en la  administración del Presidente Demócrata Jimmy Carter. Fue un gran Secretario de Trabajo durante la administración Clinton. Ha enseñado en Harvard, en Brandeis y actualmente es Profesor de Política Pública de UC Berkeley. Entre muchas otras tiene una cualidad envidiable: Su optimismo y deseo de mejorar el mundo. Cada uno de sus 13 libros demuestran su amplia perspectiva y una objetividad que le abre los ojos al lector. Como el documental, que espero sea el principio de un cambio paradigmático para nuestra gran nación.
El "film" de Reich es obligatorio para todos los americanos. Dirigido nítidamente por Jacob Kornbluth (Sundance’s Haiku Tunnel y the Best Thief in the World), INEQUALITY FOR ALL  no lo ponen en todos los cines. En Miami, lo vimos en “O Cinema” del Distrito Wynwood y si llega temprano puede verlo en un cómodo sofá, como si estuviera en casa. Pero se los recomiendo de todo corazón. Después de todo, si está leyendo mi blog, usted, como yo,quiere una economía que funcione para todos y no para una élite. Vaya a verlo y luego me dice si estoy en lo cierto o no.

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