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Monday, October 14, 2013

LAS NEGOCIACIONES YA ESTAN SOBRE LA MESA


 Hay señales de que podría producirse un acuerdo bipartidista que acabe la guerra entre los republicanos del Congreso y la Casa Blanca. Hoy lunes estuvieron reunidos,  se aplazó la reunión programada para las 3 de la tarde pero las señales son algo positivas, si leemos entre líneas, en cuanto al acuerdo del Senado a re-abrir las agencias federales y prevenir el desastre económico que traería un incumplimiento en la deuda federal. El Líder de la Mayoría del Senado, Harry Reid (Demócrata) y su contrapartida republicana Mitch Mc Connell dijeron hoy que “habían progresado tremendamente.”

El Departamento del Tesoro calcula que el límite del préstamo el 17 de Octubre podría estar cerca de los $16.7 trillones, pero afirmó también que no garantiza que el gobierno podrá pagar su deuda si el Congreso no sube el techo de la deuda. Por otro lado, Harry Reid dijo que “ esperan que el de mañana sea un lindo día.” Ese optimismo parece indicar un posible anuncio de  acuerdo bipartidista. El Lider de la Mayoría Republicana de la Cámara, Eric Cantor, le dijo a la prensa que los republicanos estaban discutiendo una salida. Pero el Presidente de la Cámara John Boehner no ha hecho ni un solo comentario. Su vocero dijo que la Cámara revisará lo que presente el Senado, pero Boehner sigue siendo el hombre entre la espada y la pared, (o entre el Tea Party y los  moderados). Sabe bien que “calladito es más bonito.” Su silencio podría indicar miedo a un posible levantamiento (por no tener una mejor palabra) que ponga en peligro su cargo como “el republicano más importante de Washington.” Sobre todo si se atreve a  promover una ley a pesar de las protestas de su base conservadora.

El 1ro de Noviembre, ya no habrá suficientes ganancias de impuestos para cubrir los pagos de intereses, beneficios de retiro, veteranos, etc. Un acuerdo no resolverá las diferencias sobre los gastos de salud a largo plazo que provocaron esta crisis.  Pero le daría una salida a los republicanos que han querido incluir medidas contra cualquier financiamiento y autoridad    que recortarían Obamacare. Tampoco representa cambios cruciales en la Ley de Salud del Presidente Obama ni de la política de su gobierno. Pero sí habrá que ajustar la ley, incluyendo la demora de un nuevo impuesto al que se opusieron los sindicatos.

El impacto del cierre de gobierno ha sido grande para los republicanos,   lo que sin duda afectará su plan de ganar el control del Senado el año próximo. Hoy lunes se dio a conocer el resultado de la encuesta del Washington Post y ABC News que indica que el 74% de los americanos desaprueba de los republicanos del Congreso, contra un 54% que desaprueba del Presidente Obama.

En mi opinión y la de muchos demócratas e independientes ya era hora de que el presidente “se parara bonito.” Desde que tomó posesión de su cargo, el presidente ha accedido a las demandas de los extremistas del GOP  y ya era hora de decir  “Basta.” Les recuerdo que cuando Obama extendió los recortes de impuestos de Bush hasta el 2012 ofreció recortes de gastos y luego un Super Comité y el “sequester” para subir el techo de la deuda en el 2011; luego extendió permanentemente los recortes de impuestos de Bush para personas cuyas entradas llegan hasta $400,000 y para evitar el abismo fiscal del 2012 ofreció recortes de Medicare en el 2013 y recortes   que afectarán a todos los que se retiren a los 65 años por $15,615 al llegar a los 95 años. Ya era hora de no dejarse vencer. Por algo lo elegimos  presidente. 

Hoy en día con el gobierno paralizado por el cierre y la nación casi sin cumplir sus obligaciones, la opinión pública se ha volcado contra el Partido Republicano. Hasta sus padrinos de Wall Street y del mundo corporativo amenazan con cortarle los fondos. Entonces ahora, los republicanos están como "gorilones”de escuela cuando el niño bueno y pacífico finalmente se  vira y les rompe la cara. De buenas a primeras ya no hablan de eliminar Obamacare y las negociaciones sobre el déficit del presupuesto ya están sobre la mesa. Ellos nunca debían haber usado el cierre de gobierno (que ya va en 14 días) ni el pago de la deuda de la nación como peones en un juego y ya se siente en la economía.

Los cientos de miles empleados federales sin trabajo han recortado sus gastos. Las crisis y las batallas por el presupuesto de los años recientes han amedrentado a inversionistas y consumidores. La incertidumbre se siente en la economía y según la Fundación Peter Peterson, ha levantado la tasa de desempleo al equivalente de 900,000 empleos desde 2009. Líderes extranjeros y corporativos internacionales y del patio instan a Washington a resolver la crisis antes  que el daño sea más drástico. Pero el presidente ha recalcado que los republicanos tienen que abrir el gobierno y subir el techo de la deuda antes de sentarse a hablar siquiera. Su posición no ha cambiado y los que por él votamos, esperamos que no cambie.










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