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Thursday, October 3, 2013

EL ANTIDOTO CONTRA LOS "BULLIES" POLITICOS ES COMBATIR EL CINISMO Y LA FRUSTRACION


Ayer, en el salón de espera de la consulta del médico mientras leía un artículo en mi teléfono, la conversación de un pequeño grupo de personas captó mi atención. Hablaban del estado de todo 24 horas después del cierre de gobierno,  anticipando  consecuencias futuras, de no arreglarse la situación pronto. Como en la mayoría de las  discusiones había dos puntos de vista principales: el de un obvio demócrata liberal (abogado retirado)   y el de una señora  que se identificó como “apolitica.” La otra perspectiva era de un individuo obviamente rico, inteligente y republicano, en desacuerdo con la dirección que ha tomado su partido desde que el Presidente Obama ganó las elecciones 2008, no obstante fiel  a sus raíces conservadoras.
El abogado le explicaba a la señora (que resultó ser la esposa del republicano) el significado de una coerción. Le decía que la coerción es la intención expresada de hacer daño poniendo una condición por medio si el amenazado no accede a ciertas demandas. La señora discutía que la política es sucia y por eso suceden esas cosas. Pero el abogado le explicaba que en una democracia no se hacen concesiones con “bullies” (abusadores, ventajistas, personas que imponen por la fuerza su punto de vista) porque el servicio público no debe responder a la intimidación, por lo cual no se debe recompensar ni aceptar ningún tipo de presión para evitar un posible daño a la nación. “Si fuera así, dejaría de ser una democracia,” dijo firmemente.
No pude aguantar y me metí cuando el esposo de la señora trató de justificar el cierre de gobierno como producto de “una diferencia de opiniones políticas.” “Perdone usted…” le dije, “los republicanos amenazaron y trataron de extorsionar al presidente y a su partido. Eso no es una diferencia de opiniones si no un acto inmoral que deja mucho que desear.” Después que dije eso, todos parecían esperar que dijera algo más…”Siga, que va bien,” me dijo  el abogado de Deerfield Beach. Pero el republicano, entre decepcionado y frustrado, dijo entre dientes algo que no esperaba oir implicando darse por vencido: “Lo que está pasando en Washington es un asco y yo tengo otras cosas más importantes que hacer,” le dijo a su esposa. Entonces el abogado retirado, casi leyendo mi mente, le dijo “que nos demos por vencidos, es exactamente lo que buscan los extremistas de su partido.”
Ese simple análisis dio en la diana, porque  es precisamente lo que quieren los “teabaggers,” que todos se den por vencidos. De esa forma  continúan haciendo lo que les viene en gana.
No cabe duda de que los extremistas del Partido Republicano, financiados ya sabemos por quienes, están satisfechos porque el 85% del personal del Ministerio de Trabajo se quedó “sin trabajo” y ahora las compañías carentes de ética y escrúpulos laborales pueden abusar de sus empleados. Los extremistas están felices porque las industrias de los Hermanos Koch ahora son libres de contaminar el aire que respiramos sin que la Agencia de Protección Ambiental pueda hacer nada contra ellos porque sus oficinas están vacías. Están contentos porque con el cierre del gobierno federal, a la Comisión de Valores y Cambios (Securities Exchange Commission) ahora le falta personal de supervisión y las corporaciones y Wall Street pueden hacer todas las trampas que quieran. Ni les importa que no se inspeccione la comida porque el 45% de los empleados del FDA (Food and Drug Administration) perdieron sus trabajos. Prefieren que nuestra nación incumpla con la deuda para que el pueblo se sienta aún más frustrado e inestable y se vuelva cínico. 

Pero esos son precisamente los sentimientos que tenemos que combatir, para evitar darle por la vena del gusto a Ted Cruz.
No podemos acceder a la coacción de los abusadores que quieren usar su posición para intimidar y conseguir lo que quieren. Ni vamos a dejarnos llevar por actitudes equivocadas y enfermizas sobre a quien debe servir nuestro gobierno. Por el contrario, debemos influenciar a los miembros del Congreso y a nuestro presidente para que continúen resueltos e inalterables ante lo que está sucediendo en la nación.
Hoy jueves, el Presidente Obama advirtió que la crisis sobre el techo de la deuda que se avecina, podría hacer aún más daño que el cierre de gobierno actual, pero que se podría acabar de inmediato si los republicanos de la Cámara votaran sobre una ley de gastos a corto plazo y sin partidismo. El Presidente de la Cámara, Representante Republicano John Boehner de Ohio le dijo a sus colegas que hará lo que sea necesario para evitar un incumplimento por parte del gobierno en la deuda federal y eso incluye hasta depender de los demócratas de la Cámara para ayudar a aprobarle un aumento al techo de la deuda. Pero ya sabemos que no se puede depender de lo que dice Boehner ya que ha cambiado de idea en varias ocasiones según necesite congraciarse con el Tea Party.
La formula ahora es firmeza y objetividad. Mientras tanto, los centros de registración para la Ley del Cuidado de Salud Costeable (Obamacare) que ya están funcionando, lograrán sobrepasar la meta fijada de proveer cobertura de salud completa a más de 7 millones de americanos para el 2014. Y esa, sin duda, es la mejor noticia.



  
















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