He recibido algunos
correos sobre el “post” de ayer. Me preguntan si creo
que el problema continuará en tres meses y si el presidente se dejará vencer
por los extremistas. También me piden que explique lo que significa el “re-districting.”
Es difícil predecir el futuro y estoy lejos de ser una experta en política. Pero creo que esta
batalla no quedó ahí y continuará. Con su victoria, el presidente ha ganado mucho terreno, y el disgusto de quienes
proveen fondos al Partido
Republicano (Wall Street, bancos, corporaciones, etc) es evidente. Sin duda le dificultarán a los
republicanos de la Cámara evitar que
el techo de la deuda aumente en febrero.
Por
otro lado y según Robert Reich, a quien cito a menudo porque es un experto a
quien respeto, la oportunidad para volver a cerrar el gobierno es muy real. Los
miembros de la Cámara quieren ser reelectos en el 2014 y muchos de ellos
pertenecen a distritos electorales
que se han dividido como parte de la estrategia conservadora apoyada por los gobernadores republicanos (IE:
Florida) para ganar votos para su partido, el popular “gerrymander.” El Tea Party, con capital ilimitado de los Hermanos
Koch, ya tiene listos a los oponentes, para que gane el que más haya contribuido
a matar Obamacare y reducir el gobierno. De ahí vino todo el problema que
acabamos de pasar, porque si votaban a favor de lo correcto, no serían
reelectos.
El
peligro según el Profesor Reich es que la pelea entre hoy y el 15 de enero será
sobre el presupuesto federal y Reich piensa que ahí es precisamente donde el
Presidente Obama podría doblarse, puesto que él apoya el “índice de precios de consumo encadenado,”
que se define como un cambio
técnico al ajuste del costo de vida para el Social Security, Seguro Suplemental
(SSI) y otros programas de ese tipo, pero que representa un recorte substancial
que afectaría a ancianos y discapacitados. El tal “índice de precios de
consumo encadenado,” no tiene sentido alguno para los ancianos a quienes ya no
les alcanza lo que ganan por los muchos gastos de salud que tienen. Además, el Social Security no es responsable por déficits presupuestales.
El presidente ha hablado de apoyar el “means-testing Medicare” también, que
básicamente quiere decir que los pagos y costos de Medicare de las personas que
tienen entradas mayores serán más altos. El peligro que esto implicaría es que
el Medicare podría convertirse en otro tipo de Medicaid para pobres, que
terminaría siendo vulnerable a
recortes presupuestales y el Medicare tampoco debe ser responsable por los déficits
presupuestales que tendremos dentro de 10 años.
Mi
consejo es tener las pilas puestas y estar pendientes de lo que sucede. Hay que
tener presente que los republicanos fabrican las crisis para obligar a los
demócratas a reducir los presupuestos de programas y entonces echarles la culpa
por ello. Y el problema sigue siendo la desigualdad provocada por todos estos
juegos políticos que afectan a los más vulnerables. Recortar el déficit del
presupuesto lo empeora todo porque afecta la demanda y elimina los programas de
los que dependen los americanos de más bajos ingresos.
Hoy
la prensa pregunta si los republicanos aprendieron algo del “desastre” que
crearon. Pero a quien tienen que preguntarle es al pueblo, que definitivamente ha
aprendido que debe mantener a los republicanos como minoría en la Cámara de
Representantes y en el Senado. Y no es que los demócratas sean perfectos y no dependan
de los grandes capitales. Pero el
Partido Republicano se ha venido definiendo cada vez más como el representante
de los intereses del poder, de la ultra derecha, del racismo y la involución,
por lo que están muy lejos de merecer el privilegio de gobernar esta gran nación. Los que viven en
distritos representados por republicanos tienen que ponerse las pilas y dedicarle el tiempo que sea necesario a
sacarlos del Congreso, como el jardinero que saca las malas hierbas para salvar
su jardín. Food for thought y que tengan un lindo fin de semana todos.
EXPLICACION DEL“REDISTRICTING”
“Redistricting”
(o redistribución de distritos) es el proceso de mover, empatar o estirar los
límites de los distritos electorales de los Estados Unidos, de acuerdo con los
cambios en la población. La legislatura estatal tiene la responsabilidad
principal de crear un plan de re-distribución de distritos aprobado por el
gobernador del estado. Para evitar la manipulación política,
Washington, California, Arizona, Hawaii, Idaho, New Jersey y Montana (que ha
sido representado por un solo distrito desde 1992), actualmente se llevan por
una comisión independiente y bipartidista de redistribución de distritos. Florida, Idaho y Maine, le otorgan autoridad a cuerpos independientes para
proponer planes de redistribución de distritos pero preservan la aprobación de
la legislatura estatal. Alaska, Delaware, Montana, North Dakota, South Dakota,
Vermont y Wyoming cuyas poblaciones son pequeñas, solo tienen un representante
estatal por estado. Las constituciones estatales deciden que cuerpo tiene la
responsabilidad de empatar, ampliar o cambiar los límites del distrito
electoral. Los estados tienen sus propios estándares para crear distritos
congresionales y legislativos. El criterio debe, además de balancear la
población de los distritos y adherirse a los requisitos federales, incluir el
intento de crear distritos más compactos y cercanos, tratando de mantener las
unidades y comunidades políticas dentro de un solo distrito y así evitar trazar
esos límites con própositos de ventajas partidistas para proteger a los
titulares. En los estados donde la legislación o cualquier cuerpo donde sea
posible una mayoría partidista, la posibilidad de manipulación deliberada (en
ingles gerrymandering) de los limites de distrito para ventaja electoral del
titular o de un partido específico hace el proceso muy contencioso políticamente,
sobre todo si las mayorías de las dos cámaras de la legislación, o la
legislatura y el gobernador, son de partidos diferentes. En caso de
estancamiento se envuelven estado y el sistema de la corte federal para
resolver las disputas. El lado
perdedor de un plan de re-distribución de distrito generalmente lo reta en la
corte federal o estatal, pero tiene que ser aprobado por el Departamento de
Justicia bajo la Sección 5 de la Ley de Derechos del Votante de 1965 en los
estados donde históricamente existen barreras raciales. En el 2003, los
republicanos de Texas aumentaron considerablemente su representación en la
Cámara de Representantes a través de un plan de redistribución de distritos
excepcional. Otros estados como California, New York y New Jersey han optado
por proteger a los titulares de ambos lados reduciendo el número de distritos
competitivos. La decisión de la Corte Suprema sobre el “Pennsylvania
Gerrymander” cementó el derecho de los oficiales electos a seleccionar sus
constituyentes eliminando los fundamentos de aquellos que hayan sido privados
de su derecho a representación y por ende no pueden desafiar la manipulación
política.
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