La semana
pasada leí una exposición muy clara sobre nuestro panorama político y creo que es
interesante comentarlo aqui, puesto que lamentablemente, pocos análisis de este
tipo se publican en nuestro idioma. En el pasado, las minorías intolerantes siempre estuvieron controladas
por los líderes de su partido, pero ese control se ha ido perdiendo del lado
republicano en la Cámara de Representantes hasta llegar al punto que las cuestiones
políticas más sensitivas se le han ido de las manos al presidente de la Cámara.
Las pautas de su agenda nacional las marca hoy una faccíón de extrema derecha conservadora y "cristiana" influenciada
por grupos de interéses privados o “cabilderos.”
No es un
secreto que a través de su estrategia de redistribución de distritos los
republicanos se han impuesto como una mayoría en la Cámara y están luchando a capa y espada por mantenerla, lo que es totalmente válido en la política. Pero la
dinámica actual es muy confusa si no se conocen los pormenores.
Mark Randall Meadows
de 54 años, que hasta el otro día daba clases de Biblia a los niños de su
iglesia evangélica, es miembro del Congreso por North Carolina desde hace sólo 8
meses. Después del censo del 2010 y las manipulaciones del GOP para redistribuir los distritos, el #
11 de North Carolina es el más republicano del estado. Meadows, pasó de contarle el cuento del Diluvio Universal y el Arca de Noé a los niñitos, a ser el
representante de un distrito cuya
población durante las elecciones 2012 aumentó en votantes demócratas,
pero hoy (su 87% de blancos, 5% latinos y 3% negros) son ultra conservadores.
John Boehner
(Republicano de Ohio), que ha estado en el Congreso más de 20 años, es el
Presidente de la Cámara de Representantes y segundo en línea de sucesión si
algo le pasa al Presidente de los Estados Unidos.
La reunión
anual de asignaciones para aprobar los fondos del gobierno el 1ro de octubre, era el plazo para que
el Congreso aprobara una nueva ley. Meadows ideó amenazar con el cierre de gobierno si se
financiaba la Ley del Cuidado de Salud Costeable (Obamacare), cuando ya Boehner había
expresado públicamente estar en contra de tal disparate por ser dañíno para
todos, incluyendo su partido (si es que quieren mantenerse como mayoría dentro
de la Cámara). Pero Meadows, le escribió una carta desafiante a Boehner, que primero
circuló entre sus colegas del grupo conservador Freedom Works y luego promovió
entre Ted Cruz, Marco Rubio, Mike Lee y otros republicanos de distritos
similares que firmaron el documento que comienza diciendo:
“Ya que los ciudadanos que representamos
creen que Obamacare nunca debiera llevarse a cabo, le instamos a retirar
afirmativamente los fondos para su implementación y cumplimiento en cualquier
ley de asignaciones relevante que se presente ante el piso del 113 Congreso de Estados Unidos.
“
Los principales
estrategas del GOP estuvieron en contra de tan colosal error histórico. Hasta el nefasto Karl
Rove, a quien George W Bush llamó “el
arquitecto de sus victorias” como gobernador de Texas y como Presidente de los
Estados Unidos, le dijo al Wall Street Journal que era una gran torpeza amenazar con un cierre de gobierno.
Muchos
conservadores llamaron a los que firmaron la carta “el grupo suicida" que sólo representa el 18% del Congreso. El promedio del grupo suicida
es de un 75% de la raza blanca mientras el average de sus distritos es de un 63%
blancos que representa un nivel muy bajo de educación (solo el 25% se graduó de
la Universidad). La mayoría de la facción extremista del Congreso
viene de los estados de sur de los Estados Unidos (los más racistas), que luchando constántemente
por mantener su control de la Cámara tienen ahogado a su partido, al Congreso y
ahora también al gobierno federal. Ellos fueron los que forzaron a Boehner a cambiar de
parecer públicamente, lo que lo ha hecho quedar como un títere.
Qué método utilizaron para hacerlo tomar un curso tan negativo no solo para el país si no para su
partido, no sabemos. Quizás Boehner teme que el Tea party se rebele y lo saque de la
presidencia de la Cámara. Quizás lo amenazaron de sacarle algún trapo sucio en
Fox News, o quizás el tema es enteramente monetario porque "aquí lo que importa es el cash" y Boehner sabe que ese cash está en la ultra derecha responsable por colocar a Ted Cruz y compañía donde están.
A través de la
historia hemos visto politicos extremadamente calculadores (¿Recuerdan a Nixon?) acabar con sus
carreras actuando en contra de sus propios intereses. Pero han sido politicos
de grandes ligas y definitivamente esa no es la liga de Boehner, que después de 22
años en el Congreso subió a última hora por servir a un partido que se ha ido moviendo
hacia la extrema derecha en sus últimos años de carrera política. Por lo que
hemos visto no tiene carácter si se deja controlar hasta el punto de no saber decir “hasta aquí.”
Durante el último
cierre de gobierno los republicanos se negaban a un compromiso en el
presupuesto. Hoy no solo quieren alterar el proceso legislativo si nó que lo desafían.
En aquel entonces el Presidente de la Cámara era Newt Gingrich, pionero del desastre político que hoy tenemos de confrontaciones y obstrucciones. Su
retórica abusiva fue el patrón
para la actual guerra de guerrillas de Ted Cruz. Pero hasta Gingrich tuvo más
carácter que John Boehner porque supo adoptar su posición de líder en el momento preciso. Y estuvo dispuesto a arriesgarse a destruír la Cámara si era necesario para llegar a tomarla. No obstante, cuando
estuvo cara a cara con el Presidente Bill Clinton discutiendo ferozmente sobre el Medicare, fue capaz de negociar. Ambos Clinton y Gingrich, contrarios con ideologías muy disímiles, se tragaron sus diferencias y trabajaron
juntos para llegar a una solución que fuera lo mejor para sus intereses, los de
la nación y de sus partidos.
Pero eso
sucedió en otra era, una generación atrás, cuando no existía ni el Tea Party ni había grupos suicidas en el Congreso, ni el cinismo de Mitch Mc Connell; o la irracionalidad de Ted Cruz. Hoy Jesse
Helms parecería sensato al lado de Cruz. Ciertamente las cosas han cambiado
mucho si un evangélico que hasta ayer le estaba contando el cuento de Eva y la
Manzanita a los niñitos de North Carolina, es quien dicta las pautas del Congreso de
los Estados Unidos y controla totalmente al Presidente de su Cámara de
Representantes.
Como se saldrá
John Boehner de este atolladero en que nos metió por hacerle caso a un novato
inepto y a su grupo suicida no sabemos, pero debiera seguir el
consejo de Winston Churchill recordando que hay oportunidades en las que: “No es
suficiente hacer lo mejor, a veces hay que hacer lo que se requiere”. Y él está muy lejos de haber hecho lo mejor.
No comments:
Post a Comment