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Thursday, April 17, 2014

¿QUIEN SE ACUERDA DE CLAVELITO?


Como el son jarocho de guitarras, guitarrón y violin en México, el aguinaldo puertorriqueño de cuatro, guitarra y percusión; o el joropo de arpa con cuatro llanero y maracas de Venezuela, nuestro punto guajiro es la máxima expresión musical del campesino cubano. Hasta donde pude llegar en mi investigación, la décima con guitarras, tres y laúd, se manifestó en nuestra isla alrededor del siglo XVIII, posiblemente por algún andaluz que para cantar su nostalgia, trató de inventar un remancero cubano. No encontré mucha información al respecto, pero el romance y la décima quedaron configurados en la conciencia del pueblo como estribillo representativo de nuestra identidad nacional. El Movimiento Repentista Cubano, como arma para denunciar problemas sociales, personales, o cantar un dolor profundo, aún expresa la queja, la sátira y por supuesto la fiesta. Hasta se dice que durante la toma de La Habana por los ingleses (1762), los sucesos se cantaron. 
Siglos después del florecimiento del Movimiento Repentista, surge la radio de forma experimental en la Cuba de 1922, cuando también se estrena en México y Brasil. Desde sus inicios hasta la década del 30, la programación radial se basó en informar y entretener, por lo que casi todos los cubanos que llegamos al mundo alrededor de la primera mitad del Siglo XX, pasamos bastante tiempo pegados al radio. La poesía  improvisada y la controversia del Movimiento Repentista crecieron por toda la isla con Jesús Horta Ruiz, conocido como “el Indio Naborit”, Guillermo Portabales, Chanito Isidrón y otros bardos, conocidos cultores del género, que fueron seguidos por Joseíto Fernández, Celina González, etc.
Programas como Los 3 Villalobos, Tangañica,  Rafles, “el ladrón de las manos de seda” o Leonardo Moncada, comenzaron a colorear nuestra vida cotidiana; buen esquema para desarrollar la imaginación del pueblo. Aquellas voces que llegamos a identificar tan bien, nos daban la oportunidad de crear cada personaje en nuestras mentes, donde todos y cada uno de ellos era original. Más tarde vino la televisión y con ella las telenovelas por episodios, programas de variedades y concursos televisados como la Corte Suprema del Arte, que comenzó en la radio para promocionar la búsqueda de nuevos talentos, e hizo su transición natural a la televisión con una interpretación mucho más sencilla 50 años antes de “American Idol.”  
Los infomerciales, las líneas psíquicas, la astrología por internet y las aplicaciones para teléfonos inteligentes, donde podemos desde ver una película, hacer un depósito al banco o planear nuestra agenda, hasta averiguar si hay que salir con paraguas o no, llegaron últimos para simplificar la vida. Esta es, más o menos, la historia sintetizada de la evolución de los mediosdel siglo XX al XXI, que quise ilustrar antes de llegar al sujeto de mi memoria,  el señor Miguel Alfonso Pozo.  
 Más conocido como Clavelito, Miguel Alfonso Pozo, fue “el pionero” de su clase. Apareció  en Cuba, poco después del advenimiento de la radio. “Pon tu pensamiento en mí y tu mano sobre el radio y verás que en este momento, mi fuerza de pensamiento ejerce el bien sobre tí . . .” Palabras sabias del inolvidable gurú criollo de la radio cubana. En la década del 50 Clavelito cantaba, improvisaba puntos guajiros, curaba, entretenía y declamaba. Era un psiquiatra popular que ofrecía terapia de grupo a una nación que ya era bipolar mucho antes de existir el diagnóstico psiquiátrico. Posiblemente sin haber jamás leído a Caelius Aurelianus, Soranus de Ephedrus, o a Ereteo de Capadocia. Ni siquera a Sigmund Freud. Pero mucho más accessible y divertido que todos ellos.
Clavelito era mentalista, cuando nadie, fuera de las paredes de la Sociedad Teosófica de Cuba, sabía quienes eran Elena Blavatsky o el Conde de San Germain. Asesoraba, informaba y sanaba entre ondas hertzianas; impulsos de energía electromagnética que viajaban por el espacio alejándose indefinidamente sin necesidad de ningún apoyo material. Clavelito solo usaba el poder de su propio pensamiento y enseñaba a usarlo indirectamente. Él entendía el concepto de que los pensamientos son cosas, uno de los principios del mentalismo y la Nueva Era. El agua se magnetizaba y ayudaba a resolver todo lo que aparentaba ser un problema.
Si de músico, poeta y loco, todos tenemos un poco, Clavelito era eso y mucho más.  Si hubiera vivido en esta época moderna de mercadotécnia, tecnología y American Express, se habría convertido en una celebridad internacional capaz de ganar las feroces “guerras de ratings” de las redes televisivas. No cabe duda que hubiera ganado millones y su obra se hubiera traducido a varios idiomas. Tendría su propio monopolio de productos naturales y programas interactivos de radio, TV  e internet con alcance global.  
En hogares de toda la isla, desde la sirvienta que barría el piso o brillaba la plata, hasta la señora más estirada, estaba  cerca del radio a la hora de Clavelito. Estas últimas podrían hacerse “la chiva loca,” o burlarse y criticar. . . pero escuchaban. No dudo que pusieran la mano sobre el radio cuando nadie estaba mirando, porque este personaje tan “sui generis” tenía carisma de lejos y un poder de convencer a distancia, único en su entorno, con una espontaneidad que emanaba confianza para convertirse en el confidente de todos.
El apodo “Clavelito” viene por su abuelo materno que era de apellido Clavel,   aparentemente conocido en Ranchuelo, un pueblecito del centro de la isla, fundado en 1734 y establecido como municipio en 1879, que hoy cuenta con alrededor de 59,000 habitantes.   Miguel Alfonso Pozo era un virgo del 29 de septiembre de 1908, que fue entre otras cosas, vendedor callejero en Ranchuelo. Quizás de sus pregones salió el talento repentista, aunque también compuso canciones de diferentes géneros y escribió libros de poemas y todo tipo de consejos útiles. Es más, hay quienes aseguran que la canción que dice “quiero un sombrero de guano, una bandera, quiero una guayabera y un son para bailar,” la compuso Clavelito. Otros difieren y no pude conseguir una fuente sólida al escribir esta semablanza.
Recuerdo algo de la historia porque al lado de mi casa vivía la viuda de Don Diego Trinidad (Trinidad y Hnos), amiga muy querida de mi abuela paterna por muchos años. Amado Trinidad, de Ranchuelo, Las Villas, dueño entonces de la RHC Radio Cadena Azul, habiéndolo escuchado en un programa de música campesina de Radio CMHI de Santa Clara, contrató a Clavelito para escribir las décimas de un trovador de la época conocido como el bandolero romántico. Así llega Clavelito a La Habana, al Rincón Campesino de CMQ Radio, que luego se convirtió en El Rincón Criollo, con Coralia Fernández (esposa de Ramón Veloz) y La Calandria que era mi preferida entre todas (Soy la calandria que canta…al corazón campesino, soy la calandria que canta, al corazón campesino…pongo el alma en cada trino que brota de mi garganta…)
Cuando el sagaz visionario Gaspar Pumarejo adquiere Unión Radio, contrata a Clavelito pagándole $650 pesos mensuales (un salario altísimo para aquellos tiempos). Su tarea sería conducir un programa de controversias sobre los clubes de pelota Habana y Almendares de la Liga Profesional de Béisbol Cubana (que fue la primera liga profesional caribeña). Sus lemas eran : “El que le gane al Almendares se muere” y  La leña roja tarda pero llega.” El azul representaba al Almendares (con un alacrán) y el rojo al Habana, (con un león . . . por supuesto). Había otros dos clubs, el Cienfuegos (verde) y el Marianao (anaranjado), pero la fanaticada del Habana y el Almendares siempre estaban en pique.
Fue tan exitoso aquel programa, que poco después, Clavelito produjo todo lo que quiso en la radio cubana. Así, con su laúd y sus claves, instando a todos a enfocarse en su mantra original de: “pon tu pensamiento en mí y tu mano sobre el radio,” se proyecta Clavelito como guía espiritual en tiempo de guajira, pidiéndole a sus oyentes que pusieran un vaso de agua sobre el receptor. Que se concentraran, para que entraran en su misma frecuencia mental y consiguieran la sanación de todo mal.
Básicamente lo que hacía Clavelito era ponerlos   en contacto con su yo interno, ya fuera por intuición, astucia o ambos. ¡ Y aparentemente  funcionaba!
Como nuestra Habana es caudal de enigmas y sortilegios, se le le empezaron a atribuír grandes milagros, desde resolver problemas afectivos y familiares; buscarle novio a las solteronas, curar a los incurables y darle los números de la lotería a unos cuantos.  Como somos una isla tan musical y constántemente le ponemos música  a situaciones de la vida diaria, no pasó mucho tiempo para que se escuchara por todas partes a la irrepetible Orquesta Aragón cantando sobre el agua de Clavelito. El programa se convirtió en el #1 de la radio cubana.
Recuerdo cuando Clavelito se postuló para Representante al Congreso Nacional por el Partido Auténtico de Carlos Prío Socarrás. Si ganó o perdió ni afirmo ni recuerdo.  Pero en la esquina de mi casa, donde se encuentra desde fines de los 50 el edificio Naroca, había una escuela de varones llamada La Gran Antilla que se convertía en precinto donde el barrio entero iba a votar durante elecciones. Yo tendría alrededor de 5 ó 6 años por esa fecha y desde el parque de Paseo y Línea ví a Clavelito con un traje de “Dril 100” blanco, repartiendo pencas de cartón con su foto y torticas de Morón a todos los votantes. Cuando se supo que era él, se acabó el orden en la esquina. Lo rodearon pidiéndole predicciones de números de la lotería, del próximo presidente y hasta la fecha del próximo ciclón; sanaciones para enfermos y la solución del problema de cada uno.  
Pero en 1952, a raíz del golpe de estado de Batista, algún politico batistiano, seguramente buscando su mordida del pastel, denunció a Clavelito de no cumplir con el código de ética radial con sus predicciones y le cancelaron su programa. 
Años después, a principios de los 60, estaba yo en la cafetería de CMQ con el compositor Eduardo Davidson (La Pachanga), y entró Clavelito con otro señor.  Aparentaba  unos 60 años, pero era la misma cara del que repartió pencas en la esquina de mi casa. Quizás con entradas más profundas y algunas canas.   Se detuvo en la mesa a saludar a Eduardo. Cuando le dije que le escuchaba de niña, sonrió humildemente emocionado y me regaló la gardenia que traía en el ojal. Nunca más supe de él pero  recuerdo la  impresión tan positiva que recibí cuando me dio la mano y recibí su vibración.  
Investigando para enriquecer esta reseña, encontré un sitio pequeño en la red con música campesina de fondo, que dice más o menos lo que ya recordaba, excepto que   Clavelito tuvo múltiples programas, incluso salía al aire varias veces al día en distintos shows de Unión Radio, además del que conocí: El Horóscopo del Alma, Aquí está Clavelito, y Fiesta en el Campo a las 7:20 PM. También me enteré de que Clavelito había estudiado medicina natural y que además de una quincalla, tuvo una fábrica de perfumes llamada Mapclave. Publicó 5 libros, tres de ellos de psiquiatría y los demás de poemas, o sea, que no estuve lejos al decir todo lo que hubiera alcanzado en la actualidad porque ya en aquel entonces era un publicitario natural. Pero lo que más me impactó sobre él, fue su obra benéfica, que consistía en obtener sillas de ruedas, y aparatos para personas minusválidas que no podían comprarlas, para ayudarles a ser lo más independiente posible, lo que demuestra su sensibilidad y calidad humana. Quizás esa es la clave para llegar al alma de los pueblos, la combinación de sensibilidad con calidad humana, tan escasa en estos tiempos cuando los valores se han degenerado tanto que quien tiende una mano amiga, por lo general busca su propio beneficio.
Clavelito se fue al otro plano el 21 de Julio de 1975, sin pena ni gloria. Muchos nos fuimos de Cuba envolviéndonos en el vivir diario del país a donde llegamos y no supimos nada más de él. No creo que los que se quedaron supieran mucho más tampoco. Quise recordarle hoy, y dedicarle este pequeño homenaje, quizás para rescatar una pizca  de  nuestra cultura popular representativa de muchas generaciones de cubanos, cuyos valores se han ido desvaneciendo en el tiempo.  Un pensamiento de  luz para Clavelito, que al irradiar la suya propia, tanta esperanza le dio a un pueblo noble que aunque históricamente decepcionado por falsas promesas, aún lo lleva en algún rinconcito de su esencia.

Thursday, April 10, 2014

ACA: LA PESADILLA DE LOS CONSERVADORES


  
A pesar de las críticas y  mentiras que se han elaborado  en torno a la Ley de Salud Costeable, la pésima propaganda republicana y el peor despegue Imaginable, la  pesadilla de los conservadores (Obamacare), es una realidad irrevocable con más de 7 millones de americanos para los cuales la cobertura de salud era  “un imposible,” ya  cubiertos hoy.  No es menos cierto que hay mucha gente confundida y temerosa, ya que a la sombra de la decisión de Citizens United, hay grupos que han gastado millones para revocar la ley, afirmando que “afecta la creación de empleos.” 

El Gobernador Republicano de la Florida, Rick Scott (conocido por la mayor estafa al Medicare en la historia), se hace eco de tal mendacidad cada vez que tiene una oportunidad, así como casi todos los gobernadores republicanos. Quizás por ese motivo, más del 30 % de los americanos sin seguro, prefieren permanecer sin él, pensando que es más barato pagar la penalidad que asegurarse. Por supuesto que deconocen los subsidios disponibles, especialmente para los hispano- parlantes, porque según las estadísticas, el 60% de las personas en el nuevo mercado de la Ley de Salud Costeable (Obamacare) califican para un subsidio del gobierno. En muchos casos ese subsidio es suficiente para pagar la prima completa de su seguro, porque son muy generosos.  Una persona soltera que gane hasta $45,960 este año, recibirá un buen subsidio del gobierno Federal, que aumentará según personas hay en cada familia.

Así que no crean la cantidad de correos electrónicos llenos de engaños sobre la ley. Los ignorantes que los envían no saben que pueden, antes de enviarlos mecánicamente, verificarlos en sitios como factchek.com

Hoy, la tasa de personas sin seguro de salud es la más baja desde el 2008 y los costos de cuidado de salud han disminuído radicalmente, porque la nueva ley reduce los  “pagos de más” a proveedores y compañías de seguros. O sea, se acabaron las trampitas. La ley también crea nuevos incentivos para mejorar el cuidado de salud por parte de médicos y hospitales,  muy necesario aquí en la Florida.

La multa para casi todos los americanos  que se hayan quedado sin seguro, escalará cada año y en el 2016 será mayor de $695 por cada persona en la familia o el 2.5% de los  ingresos del hogar. Así es que si usted no ha  tomado ventaja del Affordable Care Act, tiene hasta el 15 de abril para inscribirse.