Parece mentira pero es cierto. John Boehner sigue siendo el
Presidente de la Cámara de Representantes. Se estima que el golpe a la economía
fue de aproximadamente $24 billones. Pero
por el momento, se llegó a un acuerdo y el gobierno federal está
funcionando, los parques nacionales están abiertos, 800,000 empleados federales
regresaron a sus trabajos, las obligaciones de la nación se cumplirán hoy y el
Presidente Obama y el Partido Demócrata se apuntaron una victoria ante la
intransigencia del GOP (Grand Old Party) y si que es el “gran viejo partido.” Viejos esquemas, viejas tácticas y viejas ideas.
La ley del senado para acabar con la crisis del techo de la deuda
llegó al piso de la Cámara poco antes de las 10 de la noche de anoche y 285
representantes (87 republicanos) votaron a su favor después de 16 días con el
gobierno cerrado. El grupo de extremistas obstinados del Partido Republicano
aún sin poderse explicar (o sin querer ver) lo que verdaderamente sucedió. Nada
se ganó y no solo la nación perdió. El naufragio total del GOP quedó al
descubierto y la crisis no acabó de una forma que evitará futuras
discordias. Este no es el fin de la controversia.
Que el Presidente de la Cámara no tuviera la capacidad de
convencer a su gente a comprometerse civilizadamente inquietó a muchos
americanos. Ya estábamos en la lista de posible crédito negativo y a pocas
horas del plazo para pagar nuestras obligaciones cuando algunos republicanos,
finalmente se pusieron de acuerdo. Los demócratas ganaron sin afectar negativamente a millones de
americanos sin seguro de salud porque la ley que se aprobó a la carrera no
cambia la esencia de Obamacare. El objetivo de los republicanos era quitarle
los fondos para asegurar su eliminación total y su objetivo se fue a la porra. La nueva ley es un parche temporal que solo
mantiene el gobierno abierto hasta el 15 de enero, con la discusión del presupuesto programada
para diciembre y el techo de la deuda suficientemente alto hasta el 7 de
febrero. Antes de votar, los senadores
tuvieron que soportar otra letanía de Ted Cruz. Entre las cosas que dijo fue “que se imaginaran un mundo donde los
republicanos del Senado se unieran a los republicanos de la Cámara…”
Sus palabras fueron la "revelación maravillosa" porque con el cierre de gobierno, eso ya nos lo habíamos
imaginado. Por eso perdieron esta guerra absurda y ese
es el porque Ted Cruz no es un hombre popular. Solo es bien visto por el Tea
Party, tan absurdo como él. Pero a los republicanos se les olvidará esta
derrota rápidamente. Y seguirán hablando como “We the people” o “Nosotros el pueblo americano” sin tener
en cuenta que el pueblo americano habló bien alto cuando votó masivamente por
el Presidente Obama dos veces.
Cruz solo ha causado división a su partido y un partido político
dividido, amargado, anticuado, renuente a cambiar con los
tiempos puede hacerle mucho daño a nuestra democracia. De hecho ya lo hizo:
Esta gracia costó cerca de $24 billones si no más. Y mientras tanto John
Boehner sigue ahí. Lo único que pudo decir al final de todo fue: “Peleamos una buena pelea… solo que no
ganamos.”
¿Buena pelea? ¿En
el libro de quien? Porque hablando en cubano toda la cuestión fue "un regajero." En venezolano "pusieron la torta." En mexicano "un desmadre." En argentino tremendo "quilombo." En Colombia "una embarrada" y en España "la gran burrada."
No obstante, el Presidente Obama fue respetuoso en
su discurso y le dio las gracias a los líderes de ambos partidos prometiendo
firmar la ley de inmediato. Sin embargo, a pesar de su mesurada caballerosidad,
al presidente se le veía en la cara la intensidad de noches de insomnio y
preocupación. Él si puede decir “nosotros el pueblo
americano” porque Obama sí es uno de nosotros. Lo ha demostrado.
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