Mucho antes que el cine nos proyectara
como objetos sexuales, y la publicidad y los “ratings” de televisión nos pusieran
a competir unas contra otras . . . Antes que existieran Hugh Hefner y Playboy .
. . antes de Barbie y antes que John Mc Cain dijera que las mujeres deben evitar
entrar al ejército hasta que se resuelvan los escándalos sexuales, o que el
candidato republicano Todd Akin redefiniera la violación . . . Incluso antes
que se tildara a Malinche de traidora, o a María Magdalena de prostituta, y mucho pero mucho antes de todo, estaba Eva, la de Adán.
Si Eva no hubiera hecho su entrada
triunfal en la Biblia, la sociedad patriarcal la hubiera inventado. Hacía falta
un chivo expiatorio (en este caso una chiva) para echarle la culpa del lado más
bajo de la sociedad. Y en un mundo dominado por el hombre, Eva cayó como una
¿bendición? Aún en el siglo XXI, Eva es un recordatorio poderosísimo de “tiempos
mejores”, cuando el hombre y la mujer se paseaban por el Jardín del Edén libres
de pecado. La chiva expiatoria de la sociedad sirve de modelo y justificación
para la mujer como seductora, mentirosa, manipuladora, traidora y ladrona de
maridos.
En la tradición cristiana, se reemplazó
a Eva con la Virgen María, a quien
le bastó con que un angelito la tocara, para parir, nada menos que al “hijo de
Dios.” María jamás hubiera mordido aquella manzana, aunque hubiera sido la
última que quedaba y ella se hubiera estado muriendo de hambre. María es “el lado bueno” de
Eva; obediente, modesta, sumisa y
tranquilita. Pero Eva y María, como el resto de las mujeres idealizadas y a
menudo demonizadas por mitos y sobre todo por la historia, viven en la
imaginación de escritores, directores, fotógrafos y publicitarios (mujeres y
hombres) que se ganan premios por llevarnos de la mano hasta donde su
fértil fantasia y su producto, nos
tengan que llevar. Contra esa marea es muy difícil nadar. Como productora, escritora y
publicitaria lo se. Pero también
se el modo de proceder más eficaz para sacarnos de la posición en que las
sociedades nos han colocado a través de la historia. Debemos y tenemos la
obligación de reconocer la imagen dualista de la mujer como un simple chiché y
familiarizarnos con el mensaje de los medios y los programas de televisión, para
que se entienda, sin lugar a dudas, como las imágenes de la cultura popular son
improcedentes, fantasiosas y escasas para expresar el inmenso potencial de la
humanidad de la mujer. Es nuestra responsabilidad, ampliar las oportunidades para la mujer, en cada esfera del mundo en que nos
desenvolvemos, para devaluar los estereotipos, insistiendo en incluir un 50% de
mujeres en todas las juntas directivas, dándole las herramientas necesarias a las mujeres para que estudien
sin importar su edad. Debemos usar
cualquier posición de influencia para exonerar a Eva y a las que le siguieron a
través de los siglos. Empoderar a una mujer es darnos poder a todas.
¡Feliz Día Internacional de la Mujer!
Excelente! Conciencia de lo que somos y valemos! Un abrazo enorme para ti y gracias siempre por el magnífico ser humano que eres!
ReplyDeleteGracias por leerme Tenchy, un abrazo.
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