Siempre he
resentido aquello que dicen que “la vejez tiene cara de perro” porque
en realidad los perros son seres maravillosos, únicos capaces de amar incondicionalmente. Pero envejecer es definitivamente algo que hay que confrontar de forma realista
y optimista. De lo contrario, el camino es duro. No voy a dar consejos de como
envejecer mejor ni lo que cada uno tiene que hacer, porque a mi me fastidia
cuando alguien de 40+ me viene a decir lo que tengo que hacer ante los años,
como por ejemplo “no puedes ponerte a
hablar de salud, médicos ni medicinas porque te deprimes…”
“Tienes que hacer ejercicios,
meterte en la piscina todos los días…”
Primero, no todos
sufrimos de depresiones clínicas y si padecemos de ellas, para eso están los antidepresivos
y las terapias. No vivimos en la Edad de Piedra. En todas las edades hay que
ocupar la mente con cosas interesantes para escapar de una amenaza de depresión.
Pero de médicos hay que hablar; de
medicinas y enfermedades también, más cuando hay farmacias que venden medicamentos
hechos en China que te pueden matar, y algunos médicos están super cargados de
trabajo y solo comparten 5 minutos
con cada paciente, porque lo que les importa es la cantidad de bienes raíces
que van a comprar al atender más pacientes en un día, o las inversiones que su
corredor de la bolsa les aconsejó comprar o vender, o las comisiones de las
compañías farmacéuticas que recibirán al recetar esto o lo otro. Esa es la triste realidad, a pesar de
que aún hay médicos conscientes que llevan el Juramento de Hipócrates en su
corazón. Hay otros que están molestos y hasta confundidos con la Ley de Cuidado
de Salud Costeable y se ensañan con el Presidente Obama y con los pacientes.
Según Clint
Eastwood, uno de mis directores favoritos (a pesar de ser un republicano de los
que muerden), que "a los 84 años, siente que está mejor que nunca". Solo hay que ver sus últimas películas desde que
dejó a Harry Callahan atrás. ¿Qué tal Million Dollar Baby? “Grand Torino” es para mi una joya. “Trouble with the Curve,” aunque más
ligera, es excelente también. La experiencia y las vivencias son lo más positivo de los años dorados. Lo bailao
nadie nos lo puede quitar (aunque traten).
En mi caso,
siempre he sido anti-ejercicios porque soy vaga natural y el único ejercicio
que he disfrutado es bailar. Aunque bailar sola en mi casa, no es algo que me atrae
y que definitivamente no voy a hacer. Pero mi mente se desarrolla un poco más
cada vez y yo misma lo noto. Ejercitar la mente, aprender cosas nuevas todos
los días, leer sobre lo que apasione, es el mejor “work-out” para la mente.
Mantiene joven y alerta. Es más, algunas de mis amigas están más cerca de
las edades de mis hijas que de la mía. Las que no, son como yo, jovenes de alma. Eso quiere decir
que no voy por camino equivocado.
Una tiene que
saber lo que está sucediendo con su propia salud, y si un médico no se desempeña
como es debido o tiene poco tiempo para dedicar, hay que cambiarlo, por
muy bueno que aparente ser, o porque te acostumbraste a que tiene que ser así. Una
tiene que estar informada sobre lo que está sucediendo en su cuerpo.
Por ejemplo,
la eutanasia es un tema fuerte que a nadie le gusta abordar. Sin embargo hay
que hacerlo. En la última encuesta de Gallup, que lleva más de un cuarto de
siglo investigando el tema, más del 64% de americanos está a favor de terminar
la vida de un paciente legalmente, si el mismo paciente o su familia lo
solicita. En mi humilde opinión, hay casos en que la eutanasia es lo más lógico.
Es muy triste ver a una persona que ha sido brillante, activa e independiente
perder sus facultades por la demencia, o verlos sufrir con dolores y tubos
insertados, si de todas formas el final será el mismo.
Hoy en día y a
pesar de Obamacare, o la Ley de Cuidado de Salud Costeable, los americanos
confrontamos un serio problema en cuanto a la capacidad de los centros de salud
que servirán esta año a aproximadamente 25.6 millones de pacientes. Su capacidad
podría reducirse considerablemente porque los gobernadores republicanos (como
Rick Scott), siguen negándose a recibir fondos para la extensión del Medicaid,
a pesar de que los fondos federales están ahí pasmados. Sacrifican nuestro
bienestar para ir contra el
presidente electo por el pueblo en ambas elecciones, para ahorrarle impuestos a las corporaciones y a los millonarios.
Según el
Instituto Milken de Salud Pública de la Universidad George Wahington, al no
extender el Medicaid, 8.7 millones de pacientes no podrán ser atendidos. Eso
equivale a las poblaciones de Los Angeles y Houston combinadas que se quedarán
sin cuidados médicos. Pero si cada estado acepta
los fondos y extiende el Medicaid, de acuerdo con Obamacare, el apoyo del
gobierno federal a los estados seguirá incrementando y podrán servir a 14. 1
millones de personas.
Ahora díganme si hay o no motivos para hablar de salud y preocuparse de médicos
y medicinas.
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