Están
sucediendo cosas tan insensatas en nuestra política nacional desde que elegimos
al Presidente Obama, que mucha gente se pregunta si existen precedentes de algo
parecido en la historia. Los republicanos han movido cielo y tierra para
“deshacer” la elección del pueblo americano desde que Obama fue reelecto. Y siguen buscando
maneras de sacarlo de la Casa
Blanca porque lamentablemente esa es su gran misión. Lamentable porque no le permite al presidente gobernar y el resultado es atrasar al país.
Cuando el
Presidente Bill Clinton, uno de los más brillantes para nuestra economía, fue reelecto, los republicanos del congreso tuvieron
una idea para deshacer lo que el pueblo americano escogió:
“Destituirlo.” Entonces pusieron su plan en marcha y decidieron que el hombre
que iba a destituir al Presidente Clinton por haber mentido sobre su “aventura” con Monica Lewinsky, no sería
Ken Starr, el abogado que llevó el chisme a la Cámara de Representantes. Tampoco
Henry Hyde, presidente del comité de la cámara que origina los artículos para
la destitución. Ni siquiera Bob Livingston que sustituiría a Newt Gingrich
en poco tiempo. Lo planearon bien y escogieron a Tom Delay, un exterminador de cucarachas de
Sugar Land, Texas (pueblo "refinado" como el resto del estado). Delay poseía un talento similar al del Godfather de Mario Puzzo. El
fumigador era capaz de hacer ofertas que sus colegas no podían rechazar.
Hoy en día,
hay paralelos en las actitudes del Congreso, que una vez más intenta reemplazar la decisión de
los votantes por la de ellos propia. Ahora, los legisladores del GOP presentan una lista
de demandas, a las que esperan los demócratas accedan para evitar el cierre de gobierno y la nueva
crisis del techo de la deuda que quieren montar; su nuevo teatro Kabuki. Y lo
más curioso es que la propuesta de negociación de la deuda, parece más
una carta demandando un rescate para soltar rehenes, que un documento politico.
Se puede ver “online” pero les adelanto
algo traducido por mi del National Review donde la pueden ver completa:
·
Aumento de la deuda por un año, no la cantidad de dinero si no suspenderla hasta Diciembre 2014 (similar a lo que
hicimos a principio de este año). Queremos que se empareje con el retraso de Obamacare por un año.
·
Las Instrucciones para Reforma de Impuestos serán similares a la propuesta que aprobamos el otoño
pasado, delineando los principios del Plan
de Paul Ryan para la reforma de impuestos
·
Reformas y Regulaciones de Energía que promuevan crecimiento económico e incluyan cada ley de trabajos que
hemos aprobado este año y durante el Congreso anterior. Esta política tendrá
efectos económicos positivos: Nuevas provisiones de energía, la tubería de
Keystone, regulaciones del carbón, perforaciones mar adentro, producción de
energía en terrenos federales, regulaciones de carbón de la Agencia de
Protección Ambiental, bloquear la red de neutralidad, etc.
·
Reformas Mandatorias de Gastos, mayormente las leyes del “sequester” que aprobamos el
año pasado: Reformar el retiro de
empleados federales, Eliminar el fondo de rescate Dodd Frank, reformar Impuestos por niños para prevenir el
fraude y rechazar la
subvención a Salud Pública
·
Reformas a los gastos de salud, que quiere decir examinar el Medicare, rechazor los impuestos de proveedores de
Medicaid, alterar la desproporción de gasto compartido con los hospitales y rechazo total del fondo de Salud Pública
Dicho más claramente
y según palabras textuales del Presidente de la Cámara, John Boehner y otros
líderes republicanos: “No sabotearemos la economía global si el Presidente Obama da la luz verde
para extraer más petróleo en terrenos federales, elimina todas las regulaciones de gases de invernadero, construye la tubería de petróleo de
Keystone XL, elimina los pagos al Buró de Protección al Consumidor y pone mucho
más difíciles las demandas por malas prácticas médicas. Ah, y por supuesto,
detiene la reforma del cuidado de salud por un año.” Sería risible si no se
tratara de algo tan serio, porque de no incrementarse el techo de la
deuda, un incumplimiento del gobierno le robaría a todo el mundo la
fe en los bonos del Tesoro como vehículo de inversión y traería sin duda otro desastre económico. Es decir, el Tesoro no tendría fondos para pagar
beneficios de Social Security, ni pagarle a las tropas, etc, etc. Ningún Congreso en
la historia ha permitido que esto suceda.
Según el estimado de la Oficina de Contabilidad del Gobierno,
solamente por la incertidumbre de
la amenaza de incumplimiento del 2011, los republicanos nos costaron a los
contribuyentes $1.3 billones en intereses más altos. El costo en 10 años de esos bonos por aumento de intereses
es de $18. 9 billones.
Además, su lista de demandas insólitas es
exactamente el plan económico de Mitt Romney, palabra por palabra, el mismo con
que perdieron las elecciones. El solo proponer estas demandas constituye un desprecio total a las
normas democráticas. Perdieron las elecciones por 5 millones de votos precisamente
por este plan absurdo. También perdieron el Senado y aunque tienen el control
de la Cámara, perdieron 1 millón de votos ahí también.
Claro que les apoya la Heritage Foundation, cuya misión es formular y promover política conservadora basada en los
principios de libre empresa, gobierno limitado, libertad individual, valores
tradicionales y una defensa contundente, queriendo aparentar que las elecciones
no cuentan. Los republicanos del Congreso piensan que
encontraron la forma de empujarle su plataforma a la nación, a
pesar de que ya fue rechazada por los votantes, pero que la implementarán de todas formas como proyecto
de usurpación, o al menos ese es el plan. Que lo consigan o no está por verse porque ya parece que el presidente se paró bonito.
Entonces regreso a
la pregunta del principio. ¿Hay
precedentes en la historia americana de un partido minoritario amenazando al
partido mayoritario para forzarlo a implementar su agenda rechazada?
No, no los
hay, al menos desde la Guerra Civil . . . y eso es preocupante.
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