Quiero agradecerles a los que se han
interesado durante la ausencia de “Eva, la de Adán” y expresarles que también
les he extrañado. Se me ha hecho difícil estar fuera del aire por razones de
salud y un poco por cuestiones técnicas. Mientras tanto he leído, he estado
conectada al internet con mi IPad, he mirado las noticias, he cuestionado, analizado,
reflexionado y tratado de entender para tener algo constructivo que decir. Pero
es difícil hacer ningún tipo de
proyección cuando la realidad del mercado laboral es un desastre, con casi 50 millones de americanos viviendo
en la pobreza.
Aquellos que están trabajando, viven con
sueldos demasiado bajos en relación con el costo de vida. Lo mismo sucede con las personas mayores y/o
discapacitadas que viven del Social Security. A ningún miembro del Partido
Republicano parece importarle porque ninguno ha salido con una alternativa edificante,
si no todo lo contrario. Los legisladores republicanos votaron a favor de un
recorte de $40 billones del programa SNAP de estampillas de comida, que
obligará mayormente a niños, mujeres y ancianos (que son los americanos más vulnerables) a acostarse sin comer.
La Reforma Migratoria que fue aprobada
en el Senado con apoyo bipartidista, que permitiría a más de 11 millones de
personas su legalización y que tendría un impacto extremadamente positivo en la
economía, especialmente de California, Texas y la Florida, se ha quedado en un
limbo político y creo que adivinan cual es el partido politico responsable. Dicha
reforma migratoria crearía más de 77,000 empleos el primer año solamente en
California e incrementaría su economía por $7.3 billones.
El último asesinato masivo del Navy Yard
en Washington DC del 17 septiembre pasado le robó las vidas a 12 personas
inocentes e hirió a otras 8, pero aunque desafortunadamente esas masacres se
han vuelto comunes en nuestra nación,
Wayne La Pierre de la National Rifle Association, organización cabildera
que gasta millones de dólares comprando politicos en el Congreso para que voten
en contra de los chequeos universales para obtener armas de fuego, dice que el
motivo de los asesinatos es que no
hay suficiente seguridad. Según él, hay que armar a más personas para que los
fabricantes de armas sigan vendiéndolas libremente, sin importar las vidas de
los inocentes.
Y sobre la Ley del Cuidado de Salud Costeable,
cuya constitucionalidad ya ha sido sostenida por la Corte Suprema a pesar de que los
republicanos han votado 43 veces para revocarla, la novedad es que la
organización Americans for Prosperity (Americanos por la Prosperidad), el frente
politico financiado por los Hermanos Koch (de Koch Industries- la mayor empresa
privada de energía (billonaria) de los Estados Unidos; las Koch Foundations, el
CATO Institute, etc.) ha estado pagando por un comercial de TV, donde un sobreviviente
de cáncer, expresa su preocupación porque según él, el Affordable Care Act, más
cononocido como Obamacare, que comenzará a registrar a los americanos oficialmente
el 1ro de octubre, “no permitirá que los
pacientes de cancer sobrevivan, porque el cuidado de salud no será de alta calidad.”
Los Koch han gastado ya $15 millones en tales anuncios el año pasado. Pero aunque
han logrado confundir algo al pueblo americano, no han tenido los resultados óptimos
que esperaban, por lo que ahora comienzan otra campaña publicitaria más
agresiva aún con el objetivo de entorpecer la ley, que dicho sea de paso, está funcionando
exactamente como se planeó. 24 millones de americanos estarán cubiertos a
través de los mercados de Obamacare en el 2016, lo que constituye una realidad
muy alentadora para el bolsillo y la salud del pueblo americano.
Mientras tanto, la “Heritage Action” y
el “Fondo Conservador del Senado”, han liberado cuadros de mando con la lista de los legisladores que se han
comprometido a retirarle los fondos a Obamacare. El “Club for Growth” (Club por
el Desarrollo), ha jurado encontrar a los principales oponentes de la ley, para
postularlos contra los titulares republicanos considerados “no suficientemente extremistas”.
Ni hablar de los disparates expresados
por el Senador Republicano Cubano-Canadiense de Texas, Ted Cruz, que sin duda
han enfurecido a algunos republicanos de la Cámara, al conceder que pierden el
tiempo al tratar de revocar la ley de salud. Ahora los legisladores usan
Obamacare como ficha, amenazando con el paro de gobierno porque no aprobarán un
centavo para mantener a los empleados federales funcionando después de
septiembre a no ser que se revoque totalmente la ley del Cuidado de Salud Costeable.
Y por supuesto le echarán la culpa al presidente, porque de eso se trata,
aunque todos sabemos que un numerito parecido les hizo perder la Casa Blanca en
1996, cuando Gingrich se suicidó
políticamente. Pero todo parece indicar
que los del GOP son los primos del norte de Chacumbele (el que solito se mató).
Las preguntas más delicadas detrás de este
bochornoso drama son si Obamacare es bueno para la nación o no; o si usar las
instituciones gubernales para chantajear a los americanos es correcto o
no. Y si se debe permitir que los
fondos secretos e ilimitados de los super millonarios de la extrema derecha
sigan intoxicando nuestra democracia. Las
respuestas son muy sencillas y todos las sabemos. La Ley del Cuidado de
Salud Costeable fue debidamente promulgada por ambas cámaras del Congreso y
firmada por el Presidente Obama. La Corte Suprema de la nación sostuvo su
constitucionalidad. Pero el orígen
de nuestros retos politicos y económicos no está en Obamacare, como el GOP
quiere que los tontos piensen. La fuente de nuestros grandes desafíos es la infiltración
de grandes capitales anónimos en nuestra política.
Y ¿Qué se puede hacer al respecto?
Para empezar, revocar la decisión de la
Corte Suprema (2010) de Citizens United vs la Comisión Federal de Elecciones
con una enmienda constitucional, que no permita que capital anónimo ilimitado contribuya
a las campañas políticas. Se
puede extender el sistema de financiamiento público de elecciones
que fue implantado en 1974 a raíz del escándalo del Watergate y que funcionó perfectamente
bien por 28 años y 8 elecciones. Pero a estas alturas, ninguna reforma que se
lleve a cabo podría ser verdaderamente efectiva si no se resuelve la creciente concentración
de ganancias y riquezas dentro de un grupo reducido de privilegiados, mientras
el resto del país lucha por sobrevivir y muchos ancianos no tienen que comer.
Es posible tener grandes riquezas aglutinadas
dentro de un pequeño grupo de personas y es posible salvar nuestra democracia,
pero alcanzar ambas es imposible. Lo dijo claramente el ilustrísimo Juez
de la Corte Suprema Louis Dembitz Brandeis (1856-1941), cuando trató de
reconciliar los poderes que se desarrollaban dentro del gobierno y la sociedad durante la primera mitad
del Siglo XX, o sea mantener las libertades individuales y las oportunidades para el desarrollo
personal. Las palabras de Brandeis fueron sabias entonces y siguen vigentes hoy.
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